jueves, 13 de diciembre de 2012

Algo de actualidad.


El caso de Alfon

Alfonso Fernández Ortega, Alfon es un joven de 21 años del barrio de Vallecas de Madrid que fue detenido el miércoles 14 de noviembre, día de huelga general, y desde entonces permanece en prisión preventiva y, hoy, en FIES.
Cuando Alfon llegó a la prisión del Soto del Real, una de las primeras cosas que hizo fue reunir en asamblea a varios compañeros de su módulo después de que a uno de ellos le robasen una tarjeta telefónica. El joven les dijo que lo que había que hacer no era denunciarlo, o chivarse, sino organizarse para conseguir una nueva tarjeta. "Alfon reunió a algunos de sus compañeros y les intentó convencer de que lo mejor era tomar decisiones entre todos y de esa forma tener más capacidad de movilización", cuenta su abogado, Erlantz Ibarrondo.
Amadeu Casellas pasó 28 años en prisión. Entre ocho y diez, de forma interrumpida, los pasó aislado en régimen FIES. Atracador de bancos, Casellas militó en el anarquismo desde los 14 años. Repartía el dinero que se llevaba de las entidades bancarias entre el grupo anarquista en el que participaba y familias con pocos recursos. Aunque él también se quedaba una parte, en su momento se le conoció como el 'Robin Hood español'.
Casellas asegura que permaneció un tercio de su estancia en prisión aislado por "pensar". " En una cárcel, si piensas, eres un peligro. A mí me catalogaron como una persona de extrema peligrosidad cuando jamás tuve un delito de sangre. ¿Por qué? Porque era capaz de reunir a 200 presos en un patio y convencerles de que teníamos que reclamar nuestros derechos. Si en una prisión actúas con dos dedos de frente, te aíslan. Te quieren diciendo 'sí, señor' todo el día. Si no lo haces, te ven como alguien peligroso ya que contradices su sistema. A mí un director de una cárcel llegó a decirme: 'En un patio de gallinas, un gallito como tú lo revoluciona'. Literalmente".
¿Tiene por tanto algo que ver con que incluyeran a Alfon en régimen FIES el hecho de que se reuniera en asamblea con sus compañeros? Casellas lo tiene claro: "Segurísimo. Si Alfon no les sigue el juego a los funcionarios y continúa hablando y luchando, le aislarán". Ibarrondo, si bien no está en lugar de afirmar que ese sea el motivo, sí explica que una de las razones por las que alguien puede entrar en el fichero es el "haber generado una gran alarma social".
Existen cinco grupos de internos de especial seguimiento, según la última instrucción de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias: FIES-1 (Control Directo: "Internos especialmente conflictivos y peligrosos"); FIES-2 (Delincuencia Organizada: "Internos ingresados en relación con delitos cometidos en el seno de organizaciones o grupos criminales"); FIES-3 (Bandas Armadas: "Internos ingresados por vinculación a bandas armadas o elementos terroristas, y aquellos que colaboran o apoyan a estos grupos"), FIES-4 (Fuerzas de Seguridad y Funcionarios de II.PP.: "Internos que pertenecen o han pertenido a estos colectivos profesionales"); y FIES-5 (Características especiales: "Internos que dadas sus características criminológicas o penitenciarias precisan de un especial seguimiento, por razones de seguridad").
Casellas estaba en FIES-1. "Me pasaba 22 horas al día en una celda, solo. Salía únicamente dos horas al patio, también solo. Tenía las comunicaciones restringidas y tanto las llamadas como el correo estaban intervenidos. Además, me trasladaba continuamente de una cárcel a otra para que no estableciera ningún contacto constante con otros presos", recuerda. Hace memoria y habla de presos que se suicidaron debido a ese aislamiento. Otros veían en el alcohol o las drogas la única vía de escape. "Yo salí bien, creo, aunque tengo amigos que me dicen que desde entonces soy más frío, más calculador", dice para señalar que lo más trágico "era la soledad".
Alfon, a día de hoy, está en FIES-5. A día de hoy porque, según advierte su abogado, pueden cambiar a un interno de un grupo FIES a otro en cualquier momento. Depende de la institución penitenciaria competente. "Ahora mismo, Alfonso tiene intervenidas y limitadas las comunicaciones. Solo puede hacer dos llamadas a la semana y a dos teléfonos que él mismo ha elegido: uno, el de su familia; el otro, de la novia. Además, únicamente puede enviar y recibir dos cartas a la semana. Las visitas también están limitadas. Es más, desde la prisión nos han avisado de que en cualquier momento pueden intervenir las comunicaciones que yo, su abogado, mantengo con él. Sin embargo, lo que más le tiene minado es el estar siempre bajo el control de los funcionarios".
Aunque por ahora no esté aislado -está en una celda con un compañero-, Ibarrondo no puede comprender por qué a un chico de 21 años le aplican un régimen tan duro. "¿Cómo lo han valorado? ¿Quién lo ha hecho? ¿Con qué criterio?".
Casellas salió de prisión hace tres años. Desde entonces, se dedica a dar charlas para dar a conocer las condiciones reales del FIES y así aunar fuerzas y apoyos para que se elimine. "Cuando estás en FIES, el resto de presos ven tu situación y la mayoría, por miedo, se callan. Es lógico. Ahora además hay un gran porcentaje de reclusos que es migrante. Muchos desconocen la legislación y así es muy difícil que sepan que un régimen como FIES debería ser declarado ilegal. La lucha, por tanto, hay que hacerla desde fuera".
eldiario.es se ha puesto en contacto con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y le ha hecho varias preguntas sobre todo lo tratado anteriormente. Su única respuesta fue la de remitir a su web. También, sin éxito, se ha intentando poner en contacto con la prisión de Soto del Real.